Posponer la recompensa y saber esperar
Últimamente las redes sociales están inundadas de vídeos de niños y niñas haciendo el reto del chocolate (del inglés, chocolate challenge o también llamado fruit snack challenge). Tanto en Instagram, Twitter como en Tik Tok, podemos ver la cantidad de reacciones de diferentes niños/as ante un gran dilema: hacer caso a sus impulsos más intrínsecos y disfrutar de una recompensa inmediata, o hacer caso a mamá/papá y obtener un premio después. En definitiva, este desafío pone de manifiesto los mecanismos mentales que permiten renunciar a la gratificación inmediata en niños/as y saber esperar una recompensa tardía.
¿Cuál es el reto del chocolate?
Para los que no sepan de qué va el tema, se trata de poner algo para comer ante los ojos de tus niños/as, por ejemplo, algún caramelo, chuches, chocolate o algún alimento que les guste mucho. Acto seguido, los padres les explican que se tienen que ir unos minutos a la habitación de al lado y que no se lo pueden comer hasta que vuelvan. Los niños/as tendrán que armarse de paciencia y esperar hasta que sus padres vuelvan para poderse comer la tentación que tienen delante.
¿De dónde proviene el chocolate challenge?
El reto viral del chocolate es una adaptación del experimento del malvavisco, de la golosina o de la nube (Marshmallow experiment) que llevó a cabo el psicólogo y profesor Walter Mischel de la Universidad de Standford en la década de los 60 y 70. En aquel entonces Mischel estudió la correlación entre el control de los impulsos básicos de los niños/as y ciertas características que presentaban en el comportamiento de dichos niños/as cuando ya eran adultos.
En el experimento de Walter Mischel se dejaba una golosina en la mesa y se explicaba al niño/a que si esperaba unos minutos a que él volviera y no se lo comía inmediatamente, al volver, tendría dos dulces en lugar de uno (en aquel caso la recompensa sería mayor).
Así pues, el investigador se iba de la habitación y dejaba al niño/a solo/a durante unos 15-20 minutos. Mientras tanto se observaba el nivel de autocontrol del niño/a y la gestión de sus emociones.
Un tercio de los niños/as, aproximadamente, superaron el reto. Estos niños/as, con cierto control de la impulsividad, usaron diferentes técnicas para superar esta prueba. Por ejemplo, algunos de ellos cantaban, jugaban con el dulce cambiándolo de contexto, hablaban con ellos mismos, se tapaban los ojos, etc., en definitiva, se distraían para pensar en otra cosa o en la futura recompensa que conseguirían.
Aquí mismo os dejamos una de las charlas TED, de Joachim de Posada, en la que comparte, usando un tono divertido, el experimento de W. Mischel sobre la gratificación retardada y cómo puede predecir el éxito futuro.
¿Cuáles fueron las conclusiones del test del malvavisco?
Los participantes de dicho estudio fueron examinados hasta su adolescencia y adultez, de esta forma se pudo sacar conclusiones acerca de las estrategias cognitivas de niños/as y los cambios en el desarrollo en edades más adultas. Las resultados mostraron que aquellos niños/as que a sus cuatro años fueron capaces de resistirse a la tentación y supieron aplazar la recompensa, en un futuro eran socialmente más competentes, es decir, mostraban más fuerza de voluntad y responsabilidad, tenían más seguridad en sí mismos, afrontaban mejor ciertas frustraciones y eran más propensos a planificar. También tenían menos tendencia al abuso de sustancias y a padecer obesidad. Sin embargo, una parte de las personas que de pequeños tuvieron un comportamiento impulsivo tenían una autoestima menor, controlaban menos el estrés y eran más propensos a enfadarse o discutir.
Como conclusión, según Mischel, existe una correlación directa entre la falta de voluntad de los niños/as y ciertas connotaciones negativas una vez se alcanza la adultez. No obstante, no se puede hablar de causalidad, es decir, aunque al niño/a de 4 años le hubiese podido el antojo o el impulso ante la espera del placer, no significa que tendrá un futuro peor. Mischel asegura “hay pocas cosas en un niño pequeño que nos digan cómo será después su vida”. Tal y como explica Jesús C. Guillén en el blog Escuela con cerebro:
Para un niño de 4 años, constituye un reto importante. La confrontación entre deseo y autocontrol o entre gratificación y demora es extraordinaria. El control de la impulsividad y la capacidad de gestionar las emociones, y su relación con la voluntad, conlleva importantes aplicaciones educativas. ¿Se imaginan que la respuesta del niño pueda reflejar el carácter o trayectoria que pueda seguir años después en la vida? Pues en eso consistía el estudio.
[…]El dominio de los impulsos y la capacidad de interpretar las situaciones sociales, que se pueden considerar habilidades emocionales, se pueden aprender. Jesús C. Guillén
Así que, si bien es verdad que es importante el aplazamiento de las recompensas para el aprendizaje emocional, por favor no nos estresémos si a nuestros peques les ha dado por coger el caramelo o el chocolate de la mesa y comérselo de inmediato. Como dice Meilan Solly en el Smithsonian Magazine existen varios estudios publicados en Psychological Science que apuntan que el test de la nube no es tan decisivo como afirmaron investigaciones previas. Eso es debido a que los resultados dependen de muchos otros factores que no se tuvieron en cuenta como el entorno del niño/a, sus antecedentes o procedencia familiar, el estatus socioeconómico y una medición de la capacidad cognitiva temprana.
Además, según un estudio de la Asociación Americana de Psicología (American Psychological Association, APA), tanto el autocontrol como la fuerza de voluntad se pueden aumentar y fortalecer con el paso del tiempo. Un ejercicio como el reto de la golosina o del chocolate puede ser una herramienta para ir acostumbrando a nuestros niños/as a valorar posibles consecuencias antes de tomar ciertas decisiones. Si les explicamos bien qué van a conseguir o qué van a perder en cada alternativa irán cogiendo el hábito de pensar antes de actuar.
¿Entonces es lo mismo el marshmallow experiment y el chocolate challenge?
No. El reto que está tan de moda en la actualidad está basado en el test de la nube de W. Mischel pero hay que puntualizar que en el reto del chocolate no se nombra el hecho de obtener una recompensa mayor. En este caso pues, el niño/a pondrá más en valor su paciencia y su obediencia. Por el contrario, con el reto de la nube de Mischel el niño/a podía tener como recurso adicional el hecho de pensar en que tendrá el doble del premio si sabe esperar.
Según la psicóloga Amanda Gummer, de Dr Gummer’s Good Play Guide, a los padres les encanta ver a sus hijos participando a este tipo de challenges, ya que de esta forma pueden llegar a entender mejor ciertos comportamientos. También afirma que en edades más tempranas de los cinco años es difícil ya que no tienen un sentido real del tiempo.
A continuación os mostramos algunos de los vídeos más divertidos de niños/as enfrentándose a dicho dilema del chocolate:
Una verdadera drama queen vs. la hermana pasotilla. Sin duda, uno de los vídeos más divertidos de estos días
Jimena y Julia, ¡mejor conjuntadas imposible! Aunque también podrían protagonizar la versión de Daniel el travieso en mellizas
Si queréis morir de amor con este angelito…
Estos dos primitos no te dejarán indiferente
¡Son para comérselas! A ellas, no a las galletas…
La cosa va de gemelas… Dos más, aunque un tanto diferentes entre ellas
Siempre hay una que toma la posición de “mamá”
La hija de Kylie Jenner también se enfrentó a ello
¡Y qué dos buenazos! Al menos sincero lo es un rato (creemos que es Alonso)
De dos risitos de oro a dos risitos de chocolate ¡Nos derritimos con todos!…
¿Y tú, con qué reto te quedas? ¡Déjanoslo en comentarios!
Referencias utilizadas:
- Solly, M. (5 de junio de 2018). Why Delayed Gratification in the Marshmallow Test Doesn’t Equal Success. Smithsonian Magazine.Smithsonian Magazine.Recuperado de https://www.smithsonianmag.com
- Weir, K. (2012). Lo que necesita saber acerca de la fuerza de voluntad: la ciencia psicológica del autocontrol. Washington, D.C. American Psychological Association, APA.Recuperado de https://www.apa.org/helpcenter/willpower-spanish.pdf
- Guillén, J. C. (4 de abril de 2012). Aplazamiento de la recompensa y aprendizaje emocional. Recuperado de https://escuelaconcerebro.wordpress.com/2012/04/04/aplazamiento-de-la-recompensa-y-aprendizaje-emocional-2/
- Gummer, A. Recuperado de https://www.goodplayguide.com/
- Foto principal: Danielle Maclnnes de Unsplash.com
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